Maria Helena y Arpad

En 1928 Maria Helena Vieira da Silva abandonó Lisboa y se instaló en París para continuar sus estudios de arte. Se matriculó en la Académie de la Grande Chaumière, donde se impartía pintura y escultura sin las restricciones académicas, desde un enfoque más abierto de la enseñanza y el aprendizaje del arte, y allí conocería al pintor húngaro Arpad Szenes. Si bien sus miradas se encontraron cuando ella llegó a la escuela, oficialmente se conocieron dos años más tarde y, poco después, contrajeron matrimonio. La pareja mantuvo una relación feliz, permaneciendo unida hasta el fallecimiento de Szenes en 1985. Él no solo respetaba la entrega absoluta de ella a la pintura, sino que a modo de homenaje plasmó esta devoción en las numerosas ocasiones en que la retrató mientras trabajaba, como en Retrato de Maria Helena (1940), expuesto aquí. “Es todo muy misterioso. Nuestra vida ha sido maravillosa. ¡Todo el mundo está sorprendido! Dos pintores que se aman y que han pasado toda la vida juntos”: así describía Vieira da Silva su vínculo.