Picasso y la guerra

Durante la ocupación alemana de Francia, Picasso decide permanecer en París. Aunque está amenazado por la Gestapo y cuenta con recursos limitados, decide quedarse y trabajar en la ciudad, donde la escasez de material y el simple hecho de producir obra, en especial en bronce, supone un acto subversivo en sí mismo. Durante este tiempo, reúne sus esculturas anteriores en su estudio parisino sito en la Rue des Grands-Agustins y realiza algunas de las obras más destacadas de su carrera, que podemos ver en este espacio. En 1941 crea Cabeza de mujer, un busto monumental de Dora Maar en el que las referencias a la Antigüedad son evidentes y, dos años más tarde, Cráneo (Cabeza de muerto), también en esta sala, representando una cabeza en descomposición, imagen a la que Picasso recurre en muchas de las obras que produce durante la guerra.