Sala 207

Además de una multiplicidad de materiales orgánicos, esta exposición presenta algunos espacios en un régimen especial de luz, temperatura y humedad para acoger a especies vivas y garantizar su bienestar. Las composiciones botánicas van más allá del concepto de obra de arte como “vivario” (vivero), para abordar metodologías de observación de seres vivos y dinámicas de los ecosistemas. En el crecimiento de árboles y plantas encontramos claves para entender el origen de las formas elementales de nuestro mundo. Gracias a ellas aprendemos, o recordamos, que las formas son indisociables de las relaciones entre especies. Su desarrollo en este espacio pone de relieve, pero también desafía, el origen común de los conceptos de cultura y agricultura, que el mundo industrializado ha disociado progresivamente.
