Antonio Saura: memoria y recuerdo
22.07.2003 - 11.01.2004
En esta presentación se muestran por primera vez y dentro de su contexto artístico, las obras de Antonio Saura recientemente adquiridas por el Museo Guggenheim Bilbao. Estas piezas se exponen junto con las de otros protagonistas del Informalismo español y las de representantes del Expresionismo Abstracto norteamericano.
Nacido en Huesca en 1930, Antonio Saura residió con su familia en Madrid, Valencia y Barcelona. Desde temprana edad acompañó a su padre en sus visitas al Museo del Prado, donde quedó profundamente impactado por el Cristo crucificado (1632) de Diego Velázquez y el Perro semihundido (1821–23) de Francisco de Goya, que marcarían de forma singular la temática de su futura obra. Autodidacta, comenzó a pintar y escribir en 1947 durante la convalecencia de una larga enfermedad. Entre 1948 y 1950 realizó la serie Constelaciones en la que queda patente la influencia de la pintura de Miró de los años 30 y 40, así como de la concepción artística del surrealismo agrupado en torno a la figura de André Breton. Entre 1953 y 1955 residió en París donde participó, en un principio, en las actividades del grupo surrealista que lideraba Breton, conociendo después el informalismo francés, llamado art autre, y la pintura norteamericana.
En 1957 fundó en Madrid el grupo El Paso, que dirigió hasta su disolución en 1960. En el manifiesto del grupo se plasmó la voluntad de crear en España un nuevo lenguaje pictórico que se inscribiera en el contexto de las vanguardias europeas del momento. Fue en esos mismos años en los que se desarrolló el informalismo español del que participaron, al margen del grupo El Paso, la práctica totalidad de los artistas del grupo catalán Dau al Set, siendo Antoni Tàpies una figura destacada.
La adquisición de las dos pinturas de Antonio Saura, Crucifixión y Karl Johann II, junto a la donación de dos obras sobre papel, 24 cabezas y Retrato imaginario de Goya, forman un conjunto de excepcional representatividad temática de su trayectoria artística. La presentación de estas adquisiciones, que abarcan diferentes períodos de la evolución creativa del artista, se verá complementada por las dos obras pertenecientes al Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York, proporcionando así al espectador una visión detallada del trabajo de Antonio Saura.
La obra de Saura se presentará, además, junto a la de protagonistas del informalismo español como Antoni Tàpies y a la de representantes del expresionismo abstracto norteamericano -como Mark Rothko, Willem de Kooning, Clyfford Still o Robert Motherwell- movimiento ampliamente representado en la Colección Propia del Museo Guggenheim Bilbao.
Antonio Saura
Crucifixión, 1959–63
Óleo sobre lienzo
148,5 x 171 x 4 cm
Guggenheim Bilbao Museoa