Desconectar para conectar
Desconectar para conectar

Cuando estamos estresados, cuando nos vemos obligados a analizar y resolver problemas, se activan en nuestro cerebro los “sistemas de logro y recompensa”, activamos el “modo conceptual” que nos lleva a examinar, juzgar y planificar creyendo que podemos solucionar todas las situaciones desde el “modo hacer”.

Funcionar de forma rápida de manera continuada acarrea efectos negativos, puesto que se activa el sistema de respuesta al estrés liberando adrenalina y cortisol, hormonas que, con el paso del tiempo, debilitan el sistema inmunológico de las personas. Además, en este vertiginoso estilo de vida, se reduce el tiempo para pensar con claridad y carecemos de la calma suficiente para tomar decisiones equilibradas. Asimismo, percibimos cualquier problema pequeño como una amenaza, lo que nos inclina a preocuparnos por todo y a reaccionar, en lugar de responder a lo que está ocurriendo.

Hacer una pausa para respirar nos ayuda a volver a nuestro centro y regresar a nuestros sentidos, que tal vez se hayan nublado debido al estrés. Parar y respirar de manera calmada nos ayuda a conectar con nuestro “modo ser”.

Observar una obra de arte mientras respiramos de manera consciente puede ayudarnos a sentir más y a pensar menos; a conectar con el aquí y ahora, reduciendo nuestros niveles de estrés y de ansiedad.

Yoko Ono, Hichiko Happo (2014)