El estilo pictórico de Bacon está a caballo entre la abstracción y la figuración. El Surrealismo fue un importante punto de partida y una influencia determinante en su obra más temprana. Posteriormente, cuando Bacon comenzó a plasmar el movimiento de las figuras en el lienzo, las fotografías de finales del siglo xix de Eadweard Muybridge sobre el cuerpo humano en acción fueron una referencia imprescindible. La impronta de los antiguos maestros —por ejemplo, los dibujos de Miguel Ángel y “la grandeza de las formas” que caracteriza sus figuras humanas— estuvo presente a lo largo de toda su trayectoria.
Al analizar con detenimiento los detalles viscerales y las deformaciones físicas a las que Bacon somete a las figuras se puede apreciar su profundo conocimiento de los procedimientos propios de la pintura abstracta, así como el aspecto emocional que caracteriza su aplicación del color en el lienzo.
Un libro sobre radiología, titulado Positioning in Radiography, ocupaba un lugar destacado en la biblioteca personal de Bacon. Las imágenes centradas en la posición de los cuerpos durante la realización de las pruebas radiológicas, el recuerdo de los cuerpos de las personas que conocía y las representaciones de Miguel Ángel y Muybridge ejercieron una gran influencia en sus obras sobre la figura humana.