Bacon decía que sus padres lo habían expulsado de casa en 1926 tras haberlo descubierto vistiendo ropa de su madre. Después de este episodio, y gracias al dinero que ella le hacía llegar, pudo trasladarse a otras ciudades en las que podía expresarse con mayor libertad: primero, a Londres; más tarde, a Berlín; y, posteriormente a París. Las numerosas imágenes de hombres luchando, los recortes de las revistas de gimnasia masculina y los anuncios que habitaban su estudio y pasaron a formar parte de su pintura permiten hacerse una idea de los cauces visuales que adoptaba la homosexualidad en los años cincuenta. A pesar de que en 1967 se despenalizaron parcialmente las relaciones sexuales entre hombres en el Reino Unido, a Bacon se le siguió asociando con lo ilícito durante muchos años. Una de las primeras obras en las que el artista explicitó la sexualidad de dos figuras masculinas es Hombre arrodillado sobre la hierba (1952), expuesta en la sala 205.
En una conversación con su amigo, el crítico de arte David Sylvester, Bacon mencionó que las numerosas representaciones de bocas de su obra podían interpretarse como una referencia sexual, aunque originalmente se inspiraron en las láminas en color de un libro de segunda mano sobre enfermedades bucales que había comprado en París.