con verticales

Con verticales (With Verticals), 1946

Con verticales (With Verticals), 1946
Tejido pictórico; algodón rojo sobre lino
154,9 x 118,1 cm
The Josef and Anni Albers Foundation, Bethany, Connecticut

“Traté de llevar mis creencias, sentimientos e ideas a otro ámbito situado en la dirección del arte, los tejidos pictóricos. Aquí, yo me ocupo de la forma, la línea, el color, las proporciones y la superficie.” Anni Albers, 1965 [1]

Anni Albers (Berlín, 1899–Orange, Connecticut, 1994) se matricula en 1922 en la Bauhaus, revolucionaria escuela que aborda de modo transversal las prácticas artísticas, artesanales, arquitectónicas e industriales a través del diseño o la producción de formas que pueden trasladarse a la industria, a la artesanía o al arte. En el taller textil de la escuela, la pintora y tejedora Gunta Stölzl instruye a Albers en la aplicación de conceptos del arte moderno al mundo del tejido, y a la experimentación con materiales no convencionales, como hilos metálicos o celofán. Esto impulsa a Albers a desarrollar tejidos innovadores, que desempeñan funciones simultáneamente arquitectónicas, decorativas y artísticas en el espacio doméstico.[2] Gracias a la exploración que realiza de las técnicas de tejeduría manual durante sus años en la Bauhaus, Albers se convierte en una figura muy influyente entre estudiantes y profesores.

Al comienzo de la década de 1930, debido al avance del nacionalsocialismo en Alemania, los artistas y profesores de la Bauhaus comienzan a preocuparse por el destino de la escuela.  En 1933, el partido nazi cierra la escuela. Anni y su marido Josef aceptan la invitación del arquitecto Philip Johnson de unirse como docentes al Black Mountain College, una nueva escuela libre y experimental ubicada en Carolina del Norte. Su presencia será clave en el reconocimiento de esta escuela como una de las más avanzadas  del país. En sus clases y talleres en Black Mountain, Albers enseña mediante un enfoque experimental e individualizado, apostando por la adquisición de conocimientos a través de las experiencias sensoriales y la experimentación con materiales no convencionales. Además, los estudiantes aprenden a redactar y a leer patrones de tejido; a realizar nudos; a calcular la urdimbre y la trama; a vestir el telar; a analizar las relaciones  entre  colores; y, finalmente, a tejer.

Durante los años en Carolina del Norte, Anni y Josef Albers realizan numerosos viajes a México y a Sudamérica. Allí, Anni recorre mercados indígenas, donde compra textiles y objetos que inspiran varios de sus diseños e influyen en su trabajo. Además, con las mujeres lugareñas, adquiere conocimientos sobre las técnicas autóctonas de elaboración del tejido. Albers considera que el trabajo manual que se realiza en estas zonas rurales es muy sofisticado formalmente y su impacto económico es esencial para las comunidades. Sin embargo, está convencida de que la producción mecánica a través de telares industriales satisface mejor las necesidades de una sociedad moderna. Una vez de vuelta en el Black Mountain College e inspirándose en sus viajes, entre 1936 y 1946, Anni realiza múltiples tejidos pictóricos y algunas obras de gran formato, como Monte Albán (1936), Escritura antigua (1936) y Con verticales (1946).

Con verticales (1946) es el último trabajo de gran formato que crea después de sus viajes. En él utiliza una gama de colores cálida, limitada, y recurre a fibras rojas y doradas para crear la trama del tejido, y a fibras negras para formar la urdimbre, vertical y discontinua. La interacción entre líneas perpendiculares y paralelas, creadas por la manipulación de trama y urdimbre, muestran su “orquestación” (como le gustaba decir a la artista) o planificación al detalle de los hilos. Con verticales (1946) es uno de sus tejidos pictóricos más importantes. Con este término, Albers confiere a la obra textil el mismo estatus que al cuadro en pintura: un objeto de significado e intención puramente estético, sin finalidad utilitaria.[3]

En el Black Mountain College, profesores, estudiantes y artistas invitados interactúan en la vida comunitaria del campus en un ambiente relajado, en el que surgen colaboraciones y obras de arte colectivo. Anni Albers y Alex Reed se conocen allí mientras Reed es estudiante y comienzan a colaborar después de un viaje que realizan juntos a Oaxaca, México. Allí descubren las joyas precolombinas de Monte Albán, configuradas a partir de combinaciones de materiales diferentes, como perlas preciosas y conchas marinas, cristales de roca y oro. Inspirados por lo que han visto, Albers y Reed crean una colección de joyas con artículos de ferretería, como clips de papel, horquillas, arandelas, tuercas o filtros para desagües. Mediante la utilización de estos objetos de uso doméstico, los artistas producen una colección de joyas que redefine el valor del adorno por oposición a la noción convencional de lujo.

Preguntas

Mirad atentamente Con verticales (1946), de Anni Albers. Tomaos un tiempo para observar todos los detalles. ¿Qué percibís? ¿Podéis distinguir algún patrón? Describid cómo Albers ha utilizado el color en este trabajo. ¿Os sugiere algún sentimiento o alguna sensación en particular?

Albers realiza esta obra tras pasar varios meses en Latinoamérica. Si esta obra estuviera inspirada en un paisaje, ¿cómo imagináis que sería? ¿Os recuerda a algún lugar específico en el que hayáis estado?

Con verticales (1946) es una de las primeras obras que la artista denomina “tejidos pictóricos”. ¿Por qué creéis que la tituló así? ¿Pensáis que los tejidos pueden tener el mismo valor artístico que una pintura o una escultura? Justificad vuestra respuesta.

Observad ahora las joyas realizadas por Albers y Reed. ¿Podéis reconocer algunos de los objetos con los que se realizaron? ¿Dónde pueden encontrarse estos artículos? ¿Cómo creéis que reaccionó el público al ver los collares creados con estas técnicas?

Albers y Reed llamaron a las piezas de esta colección “joyas antilujo”. ¿Por qué creéis que las denominaron así? ¿De qué manera pensáis que el valor de una pieza está relacionado con el material con el que está hecho? ¿Llevaríais puesta una de estas obras?

Muchos de los tejidos de Albers se realizan de manera industrial. ¿Pensáis que es importante que las obras artísticas sean únicas o que estén hechas a mano? ¿Por qué? ¿Es posible que la función utilitaria reste valor artístico a las piezas? Razona tu respuesta.