Colonias y colectivos de artistas: Worpswede y Die Brücke / Expresionismo y Surrealismo

Sala 307

Los pintores de la colonia de artistas de Worpswede, localidad cercana a Bremen, dedicaron su atención a los pantanosos páramos y áridos campos de brezo de la zona, así como al trabajo de los campesinos locales. En 1900 estos artistas organizaron un viaje para visitar la Exposición Universal de París, donde estudiaron el paisajismo de Camille Corot, Jean-François Millet y Théodore Rousseau, miembros de la colonia de artistas de Barbizon, que les servía como modelo.

Paula Modersohn-Becker fue la segunda esposa de Otto Modersohn, uno de los miembros fundadores de Worpswede. Criada en Bremen, no solo trabajó en Worpswede, sino que además estableció una singular conexión entre Bremen y París, adonde viajó en varias ocasiones. Pese a que los artistas parisinos del momento ejercieron una gran influencia sobre ella, Modersohn-Becker siempre se mantendría fiel a los temas de Worpswede: sus lugareños y sus paisajes. No obstante, las ideas que había recabado durante sus estancias en París quedaron plasmadas en sus bodegones —un género inusual para los pintores de la colonia— y en paisajes de páramos tan abstractos que la alejaron de sus colegas.

Gustav Pauli fue una de las principales figuras de la escena artística alemana que apoyó a la colonia de artistas de Worpswede y en 1908 organizó la primera retrospectiva de la obra de Modersohn-Becker, un año después de su prematura muerte.

En esta sala se puede apreciar el singular estilo de esta autora como una manifestación temprana del Expresionismo, que influyó en la posterior evolución del arte francés y alemán de la primera mitad del siglo XX. Las obras expuestas aquí presentan la progresión del Expresionismo, en particular desde el grupo de artistas Die Brücke hasta Max Beckmann, así como el desarrollo del Surrealismo, desde André Masson hasta Richard Oelze.

Existe una estrecha relación entre Bremen, la Kunsthalle y el arte moderno francés, cuyo principal hilo conductor es el marchante de arte bremense Michael Hertz (1912–1988). Buen amigo y compañero ideológico del también marchante Daniel-Henry Kahnweiler, Hertz fue el representante exclusivo de la obra gráfica de Pablo Picasso en Alemania. La mayoría de los museos y coleccionistas alemanes compraron a Hertz sus obras gráficas picassianas, lo que acabó dando lugar al amplio fondo de la colección de la Kunsthalle, que cuenta con varios cientos de piezas. La adquisición más destacada, sin embargo, fue la del retrato Sylvette de Picasso en 1955 —un excelente ejemplo del virtuoso estilo tardío del artista—, que se materializó un año después de que se pintara la obra.