EL TIEMPO PRESENTE

A Katz le interesa apresar en su pintura el instante de la percepción, más que representar fielmente imágenes con un afán documental. A este momento, semejante a un “flash” explosivo que tiene lugar antes de que la imagen se enfoque, lo denomina “el tiempo presente”. En la pintura 10:30 am (2006), por ejemplo, Katz transforma el instante de la observación en la experiencia épica y envolvente de una hilera de abedules animados por la luz del sol filtrada a través de los árboles.

La economía formal de Katz constituye un rasgo esencial de su concepto del tiempo presente. Los contornos de sus líneas y la yuxtaposición de las formas son precisos y deliberados, fruto de un largo proceso que el artista lleva a cabo en el estudio, donde perfecciona y ajusta la composición original para lograr una imagen directa y condensada.

Sin embargo, Katz afirma que su estilo tiene su origen en la abstracción. De hecho, obras como 10:30 am se caracterizan por ser composiciones “totales” que, en un primer momento, parecen espontáneas, como las obras gestuales que suelen asociarse a artistas como Jackson Pollock. Pero Katz ha determinado su composición de antemano, permitiéndose la libertad de utilizar la pintura de forma física y rápida, como se aprecia en el tratamiento de las hojas a lo largo de la superficie de la pintura, intentando captar ese “tiempo presente”.