Jaque mate: bailarines, jugadores de ajedrez, jugadores de cartas
El pintor y crítico belga Michel Seuphor describió el trabajo de Vieira da Silva como “un espacio sin dimensiones, limitado e ilimitado a un tiempo, un mosaico alucinatorio donde cada elemento está dotado de una fuerza interior que trasciende inmediatamente su propia sustancia”. Sus elocuentes palabras se corresponden bien con las obras de esta sección, donde aparecen bailarines, jugadores de ajedrez y de cartas; en ellas, Vieira da Silva crea un lenguaje abstracto con el que las formas figurativas se ocultan y se desvelan a la vez. Una serie de pequeños cuadrados yuxtapuestos, pintados meticulosamente, son el punto de partida de estas dinámicas pinturas. La gama de colores se extiende de un modo caleidoscópico, conduciendo la mirada de un cuadrado a otro generando una sensación de movimiento. Mientras que los bailarines de Vieira da Silva ondulan, menguan y flotan sin cesar, sus jugadores están atrapados en partidas de naipes o de ajedrez que se despliegan constantemente como metáfora del juego de la vida que tiene lugar ante nuestros ojos.



