Niña saltando a la comba

“Pablo siempre había soñado con una escultura que no tocara el suelo. Al ver a una niña saltar la cuerda, encontró la solución. Hizo ejecutar una base rectangular en una forja de Vallauris, desde la que se elevaba a una altura de aproximadamente un metro un tubo de hierro curvo que tenía la forma de la cuerda cuando tocaba el suelo. Los extremos de esta cuerda sirvieron de soporte para la niña”.