SALA 305

Esta sala reúne algunas de las primeras pinturas que Hermann Rupf adquirió, entre 1907 y 1908, en la galería parisina de su amigo Daniel-Henry Kahnweiler. Ambos habían estudiado en el Commerz- und Disconto-Bank de Frankfurt. Posteriormente, entre 1902 y 1904, Kahnweiler continuó su formación en París como pasante de un corredor de bolsa, mientras Rupf comenzó a trabajar en la empresa Jacques Meyer Fils & Cie (actualmente, Galeries Lafayette). A los dos les unió desde el principio el interés por la literatura y la música; asistían a funciones teatrales y conciertos, y pasaban mucho tiempo en el Louvre y en las exposiciones de los diversos salones, fascinados tanto por el arte clásico como por el moderno. Tras una nueva estancia en el extranjero, en esta ocasión en Londres, Rupf regresó a su Berna natal en 1905, se incorporó al negocio de mercería y pasamanería de su cuñado Ruedi Hossmann, con quien se asoció en 1908 —“Hossmann & Rupf”— y, en 1910, se casó con Margrit Wirz.

Rupf se guio por su propio criterio a la hora de adquirir las obras de su Colección, si bien su amigo Kahnweiler, como marchante de arte, desempeñó un papel fundamental en la configuración de estos fondos. A través de su galería, Rupf adquirió importantes conjuntos de obras de Fernand Léger, de Juan Gris y, posteriormente, de André Masson. Como atestiguan las cerca de 800 cartas que se conservan, Rupf y Kahnweiler mantuvieron una estrecha amistad a lo largo de toda su vida.

Durante los viajes que Rupf realizaba a París para ampliar el surtido de su comercio con accesorios de moda, aprovechaba para reunirse con Kahnweiler en su galería y en ocasiones le acompañaba a visitar a los artistas. Ya en 1907, Rupf comenzó a adquirir obras de Pablo Picasso y Georges Braque, y de artistas fauvistas como Othon Friesz o André Derain. Hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, su Colección fue ampliándose y llegó a constituir un selecto conjunto de casi treinta piezas, en su mayoría cubistas.

La instalación de Florian Slotawa Pedestales de Berna (2010), dispuesta en esta sala, merece una mención especial. El artista estudió detenidamente la Colección y su historia, y eligió cuatro esculturas —de Hans Arp, Max Fueter, Henri Laurens y Ewald Mataré— para crear una nueva obra. Slotawa ideó un pedestal, configurado con muebles que originalmente formaron parte del hogar del matrimonio Rupf, para cada una de las cuatro piezas representativas de su Colección.