MARINA (GRIS) [SEESTÜCK (GRAU)], 1969

En la obra Marina (gris) [Seestück (grau), 1969)] las fuertes pinceladas abstractas hacen desaparecer lo concreto del paisaje marino, transformándolo en un lienzo monocromo gris. Las pinturas grises, en las que Richter empezó a trabajar en 1967, son inicialmente lienzos en los que a partir de una imagen concreta surge otra abstracta. Parece que Richter hubiera pretendido anular o tal vez atesorar una imagen, para producir las pinturas “más rigurosamente ilusionistas de todas”, en palabras del propio artista.