Los constructores
Tal vez la demostración más impresionante de este principio de Mies sea el Pabellón alemán de Barcelona, que celebra la libertad dionisiaca de una disposición espacial moderna y dinámica, opulentamente ejecutada, al tiempo que se basa en el fundamento de un podio clásico, platónico y apolíneo1.
En los años posteriores a la guerra, proliferaron las metáforas de la construcción y la reconstrucción y, en consecuecia, los arquitectos, constructores e ingenieros fueron ampliamente admirados. Aunque era tradicional en sus principios, el nuevo enfoque arquitectónico era moderno porque carecía de estilo histórico. Fue el arquitecto Le Corbusier (1887—1965) quien promovió ese nuevo lenguaje clásico moderno de pureza, claridad y refinamiento.
El edificio que mejor expresaba esos principios fue el Pabellón de Barcelona (1928—29) diseñado por Ludwig Mies van der Rohe (1886—1969). Construido para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, el pabellón del gobierno alemán acogió la recepción de la celebración inaugural. La exposición trajo consigo un gran desarrollo urbanístico para la ciudad, que se convirtió en un campo de pruebas para los nuevos estilos arquitectónicos. En la exposición estuvieron representadas varias de esas tendencias, entre ellas el Noucentismo, que reemplazó al Modernismo, el estilo dominante a comienzos del siglo XX en Cataluña. La exposición también sirvió para mostrar movimientos vanguardistas internacionales en España.
Sencilla, sin adornos y con una cubierta plana, la estructura de Mies era extraordinariamente diferente de los pabellones circundantes. A pesar de que el empleo del cristal y las columnas con recubrimiento cromado reflejaban modernidad, el Pabellón de Barcelona supuso la "síntesis de la forma clásica y la tecnología moderna"2 , de acuerdo al convencimiento de Mies de que era posible reconciliar lo nuevo con lo antiguo. En el edificio se combinaron materiales innovadores, como el cristal, el acero y el cromo, y clásicos, como el mármol travertino romano, el mármol verde de los Alpes, el mármol verde antiguo de Grecia y el ónice dorado de las montañas del Atlas. Otro ejemplo de unión de lo contemporáneo con lo antiguo, lo encarnan los objetos que diseñó especialmente para el Pabellón: sillas, otomanas y mesas realizadas en nuevos materiales e inspiradas en la antigua silla curul romana en forma de "X"3 . Además, en un estanque exterior colocaron la alegórica escultura de Georg Kolbe (1877—1947) titulada La mañana (Der Morgen, 1925), un guiño más al clasicismo. Esta combinación de un cuerpo clásico rodeado de una arquitectura contemporánea supuso "el enlace definitivo de lo moderno con lo antiguo"4.
En 1930, cuando se clausuró la exposición, el edificio fue desmontado, pero no olvidado. Con el paso del tiempo, ha sido importante no sólo para la trayectoria de Mies, sino para la arquitectura del siglo XX en general. En 1983 se creó la Fundació Mies van der Rohe con el único propósito de reconstruir el pabellón. El proceso de reconstrucción fue todo lo fiel posible a las características y los materiales originales. Las obras finalizaron en 1986, y hoy en día puede visitarse en su ubicación original.
Notas
1 Fritz Neumeyer, "Mies's First Project: Revisiting the Atmosphere at Klosterli", en Terence Riley y Barry Bergdoll, Mies in Berlin, cat. expo., Nueva York, Museum of Modern Art, 2001, pág. 317, citado en Kenneth E. Silver, "un yo más perdurable", en Silver, Caos y clasicismo: arte en Francia, Italia, ALemania y España, 1918—1936, cat. expo., Bilbao, Museo Guggenheim Bilbao; Nueva York, Solomon R. Guggenheim Foundation, 2010, pág. 37.
2 Fritz Neumeyer, "Mies's First Project: Revisiting the Atmosphere at Klosterli", op. cit., págs. 316-17, citado en Silver, Caos y clasicismo, op. cit., pág. 36.
3 Kenneth E. Silver, "Un yo más perdurable", en Silver, Caos y clasicismo, op. cit., pág. 37.
4 Ibid.
Preguntas
- Observen las distintas vistas de la reconstrucción del Pabellón de Barcelona en la página web de la Fundació Mies van der Rohe (http://www.miesbcn.com/
es/fundacion.html). Pida a sus alumnos que escriban una lista de adjectivos que describa su reacción y sus sensaciones ante la estructura. - Mies van der Rohe estaba convencido de que la arquitectura podía reconciliar lo antiguo con lo nuevo. ¿Logró su objetivo en el Pabellón de Barcelona? Razonen su respuesta.
- Mies adoptó el lema “menos es más” para describir su manera de organizar los componentes de un edificio y conseguir así una sensación de gran simplicidad. Pida a sus alumnos que reflexionen sobre la frase. ¿Están de acuerdo o no? ¿Por qué?