Natura morta, 1920
“Mi única fuente de aprendizaje ha sido siempre el estudio de las obras, tanto de los artistas del pasado como de los contemporáneos, que pueden ofrecer una respuesta a nuestras preguntas, siempre que estén correctamente formuladas”[1].
Giorgio Morandi (Bologna, Italia, 1890 – 1964) tuvo una larga carrera artística que duró más de 40 años. Siendo un adolescente, tras trabajar un breve periodo en la misma empresa donde trabajaba su padre, se formó en la Academia de Bellas Artes de Bolonia. En esa época de estudiante viajó a Florencia donde pudo apreciar las obras de los pintores del Renacimiento temprano como Giotto o Masaccio, cuya austeridad y sencillez le marcarán profundamente. En los inicios de su carrera, siguió a los artistas futuristas, pero pronto su obra fue claramente influida por Giorgio de Chirico, el fundador de la pintura metafísica, quien se interesó por materializar la vida interior imaginada de objetos corrientes. Para ello los solía representar descontextualizados y sin relación aparente entre ellos, una idea que Morandi rescata para Naturaleza muerta (1920). El artista toma de la pintura metafísica la focalización en la simplicidad de las cosas cotidianas, entendida como una forma de llegar a encontrar un estado del ser más puro y oculto, así como la quietud de los espacios, que a pesar de parecer controlados y acotados no dejan de tener cierto halo de misterio.
Naturaleza muerta (1920) es una de las pocas obras que el artista pintó sobre tabla y su forma rectangular es muy infrecuente en su producción, aspectos por los cuales es muy destacable. En este bodegón aparecen cuatro objetos alineados cuidadosamente sobre una superficie plana, lo cual produce un efecto de serenidad y armonía. Además, la luz tenue y difusa, que entra por la parte derecha, genera unas sombras muy oscuras que refuerzan la presencia y volumen de los cuatro objetos de la composición. En cuanto al color, a pesar de parecer una obra monocromática, contiene una gama que va desde el crema hasta el marrón oscuro. Todos los tonos son opacos y sólidos y el pintor los aplica de forma muy densa, dando así cuerpo -casi volumen- a las figuras.
En su estudio, que era también su hogar, Morandi organizaba y reorganizaba una y otra vez los mismos objetos cotidianos en composiciones diferentes, encontrando infinitas posibilidades de representar esos enseres domésticos y banales. Utensilios de cocina como vasos, botellas o cuencos formaron siempre parte esencial de su iconografía, convirtiéndose en los protagonistas de sus cuadros.
En 1920, fecha en la cual pintó esta Naturaleza muerta (1920) Morandi participó en algunas exposiciones organizadas por el movimiento estético e ideológico denominado Valori plastici,[2] empeñado en construir un lenguaje clasicista en el arte conjugando lo tradicional con lo moderno. La línea fundamental de este grupo se centra en promover una vuelta a la tradición clásica italiana del naturalismo y recuperar los valores nacionales, mientras critica a los movimientos de la vanguardia europea precisamente por dar la espalda a esa tradición. En este sentido, la representación plástica de las formas en esta Naturaleza muerta (1920) refleja fielmente la poética del grupo, ya que los cuatro objetos distribuidos cuidadosamente en el plano adquieren un aspecto geométrico muy contundente, que nos retrotrae a épocas anteriores. Valori plastici está además vinculado a una revista del mismo nombre, desde la cual se apoyó el movimiento “retorno al orden” que generó un cambio de dirección en el arte rechazando lo que consideraban un vanguardismo extremo e inspirándose en el arte tradicional, incluyendo un claro retorno a las fuentes figurativas clásicas.
Morandi fue un gran estudioso de la historia del arte y, entre sus focos de interés, destaca la pintura española y la tradición del bodegón del siglo XVII a la que pertenece Francisco de Zurbarán, pintor especialmente conocido por su dominio del claroscuro y su maestría en la plasmación de las formas, aspectos que Morandi intentó trasladar a sus obras.
[1] Édouard Roditi, “Giorgio Morandi”, en Dialogues on Art, Londres, 1960.
[2] Valori plastici está además vinculado a una revista del mismo nombre publicada desde 1918 hasta 1922 bajo la dirección del pintor y coleccionista Mario Broglio. Desde ella se apoyó claramente el movimiento “retorno al orden” que generó un cambio de dirección en el arte rechazando lo que consideraban un vanguardismo extremo e inspirándose en el arte tradicional, lo cual incluía un claro retorno a las fuentes figurativas clásicas.
Preguntas
Observad la obra Naturaleza muerta (1920) de Giorgio Morandi con detenimiento y enumerad los 4 objetos que aparecen en ella: ¿qué pueden tener en común?, ¿por qué creéis que habrá elegido pintar estos objetos? ¿Para qué usaríais cada uno de estos objetos por separado? ¿Y juntos, qué sé os ocurriría que podríais hacer usándolos todos simultáneamente?
Fijaos en que existe cierta distancia entre objeto y objeto, ¿a qué podrá deberse? En realidad, vemos que se encuentran juntos, conformando una escena, pero a la vez están claramente separados. Si os fijáis los objetos más altos están en el centro y los de menor envergadura se encuentran a ambos lados, ¿se os ocurre por qué los habrá ubicado de este modo? ¿Qué tipo de forma geométrica podría enmarcar toda la composición?
En cuanto al cromatismo del cuadro, ¿por qué pensáis que habrá pintando con esa gama de colores?, ¿con qué relacionáis esos colores? ¿Cómo cambiaría la composición si tuviera otros tonos, como por ejemplo una gama verdes o rojos? Tratad ahora de imaginar el mismo bodegón pero con colores eléctricos o fluorescentes, ¿cómo cambiaría vuestra visión sobre la escena?
Mirad ahora la sombra que proyectan los objetos, ¿dónde creéis que está colocado el foco de luz que los iluminan?, ¿será una luz natural o artificial? Y en cuanto al espacio, ¿dónde creéis que se encontrarán esos objetos? Argumenta tu respuesta.
Morandi, siguiendo a los pintores metafísicos, trataba de explorar la “vida interior imaginada de los objetos cotidianos”, llegando incluso a darles protagonismo individual al representarlos espaciados entre ellos y fantaseando sobre el diálogo secreto que podrían estar manteniendo entre ellos. En el caso de esta pintura en concreto, ¿qué imagináis que podrían estar diciéndose? Si tuvieseis que asociar un tipo de personalidad a cada uno de estos objetos, ¿cómo los definiríais?
El pintor italiano Giorgio de Chirico definió las obras de Morandi de esta época como la “metafísica de los objetos más comunes”[1]. Teniendo en cuenta que la pintura metafísica se centraba en representar idealizaciones, sueños, espacios imposibles, yuxtaposiciones de objetos, mundos visionarios y escenas que parecen directamente sacadas del inconsciente que van más allá de la realidad física, ¿por qué pensáis que pudo decir esto mirando Naturaleza muerta (1920) de Morandi?
Vemos que la quietud y la oscuridad son elementos protagonistas de este cuadro. Si tuvierais que asociar una música o algún sonido a esta escena, ¿cuál sería?, ¿cómo sonaría?
[1] Marilena Pasquali, “Biografía”, en Giorgio Morandi, catálogo de la Galleria Comunale Museo Morandi, Bolonia, Electa, 1989.