Unidad y dualidad

"La simplicidad es la complejidad resuelta"¹. Constantin Brancusi

Constantin Brancusi (Hobita, Rumanía, 1876-París, 1957) se alejó de muchas de las convenciones de la escultura. Trabajó para el maestro francés Auguste Rodin (1840-1917) durante tan solo un mes en 1907. Al abandonar su taller, afirmó: "Nada crece a la sombra de un gran árbol". Mientras que Rodin empleaba a numerosos ayudantes para fundir o tallar sus esculturas, Brancusi prefería crear las suyas con sus propias manos, estableciendo una conexión íntima con los materiales, en la mayoría de los casos a través de la talla directa.

Una de sus esculturas más conocidas, El beso (Le baiser), representa a un hombre y una mujer casi indistinguibles fundiéndose en un beso y un abrazo. Ejemplo de unidad y dualidad a la vez, las dos figuras se convierten en una, que surge de un único bloque de material. Las figuras están cortadas bajo el pecho y los cuerpos fragmentados se posan directamente en el suelo. En las sucesivas versiones de este tema, los perfiles se van acercando, hasta que los ojos de las figuras se fusionan y las dos mitades parecen formar un único ojo. De las numerosas versiones que Brancusi realizó de El beso, la primera de ellas, de 1907-08, fue un yeso; la que nos ocupa es de 1916 y está elaborada en piedra caliza. En esta versión, los brazos son más planos, los cuerpos aparecen más alargados y el cabello es más lineal que en las anteriores².

El besoes un ejemplo de talla directa y del profundo conocimiento que tenía el artista de las propiedades de los materiales con los que trabajaba³. Ninguna de sus versiones se basó en un modelo preparatorio, sino que respondían a la naturaleza intrínseca del material en el que fueron talladas.

Brancusi consideraba El beso como un punto de inflexión en su carrera artística. Algunas voces afirman que ello se debió a que la pieza fue tallada directamente, pero otras argumentan que lo fue por la infinitud o "unidad sin fisuras" de la pieza, porque "la obra y su imagen eran una, contenidas enteramente dentro del bloque de piedra"⁴. Otra explicación puede ser que Brancusi creía que esta pieza le había conducido a la escultura de figuras parciales o fragmentos, torsos o cabezas carentes del resto del cuerpo, que también supusieron un alejamiento revolucionario de escultores como Rodin⁵.

Brancusi no solo logró la unidad tallando esculturas en bloques macizos de material, sino también aunando elementos artísticos dispares. En una ocasión afirmó: "La belleza es la armonía de los opuestos"⁶. Resolvía así algunas tensiones que con respecto a la historia del arte existían en su obra. Las tensiones entre lo prehistórico y lo clásico, entre lo moderno y lo tradicional, entre lo abstracto y lo figurativo⁷ pueden apreciarse en su acercamiento artesanal a la talla directa combinado con su empleo de líneas clásicas y abstracción moderna de la forma. Sus esculturas aúnan todos estos elementos.

1 Giménez, Carmen y Gale, Matthew, eds. Constantin Brancusi: The Essence of Things, pág. 19. Cat. expo. Londres: Tate, 2004.
² Fondation Beyeler y Museo Guggenheim Bilbao, Brancusi Serra, pág. 56.
³ Stemp, Richard. Constantin Brancusi: The Essence of Things. Teacher and Group Leaders' Kit. Londres: Tate Modern, 2004.
⁴ Parigoris, Alexandra, en Gimenez, Carmen y Gale, Matthew, eds. Constantin Brancusi: The Essence of Things, pág. 52. Cat. expo. Londres: Tate, 2004.
⁵ Giménez, Carmen y Gale, Matthew, eds. Constantin Brancusi: The Essence of Things, pág. 52. Cat. expo. Londres: Tate, 2004.
⁶ Stemp,Richard. Constantin Brancusi: The Essence of Things. Teacher and Group Leaders' Kit. Londres: Tate Modern, 2004.
⁷ Giménez, Carmen y Gale, Matthew, eds. Constantin Brancusi: The Essence of Things, pág. 19. Cat. expo. Londres: Tate, 2004.

Observe con sus alumnos El beso (Le baiser, 1916) de Constantin Brancusi. Pregúnteles qué ven en la pieza. Pídales que describan qué sucede en la escultura: ¿qué están haciendo las dos figuras? ¿De qué forma ha representado el artista estas dos figuras que las hace diferentes de otras esculturas que hayan visto?
¿Cómo creen que sería la escultura al tacto si pudieran tocarla? Pida a su alumnado que describa el material. Explíqueles que muchos edificios del París de finales del siglo XIX y principios del XX se construyeron con piedra caliza, aunque este material se utiliza en la arquitectura desde hace mucho más tiempo: es célebre su empleo en las pirámides del Antiguo Egipto [si es posible, enséñeles un fragmento de caliza]. Aunque la piedra caliza era un material humilde, barato y muy utilizado en arquitectura, para Brancusi tenía una cualidad “real”, ya que era directo y tosco. En muchas de sus creaciones, al artista le interesaba el contraste entre esa tosquedad (o cualidad arcaica) y la sofisticación del pulido de los bronces o los mármoles. ¿Qué ven sus alumnos en el modo en que Brancusi trataba la piedra caliza?
Brancusi trabajó para el maestro francés Auguste Rodin durante un mes, antes de establecerse por su cuenta. Comparen El beso de Brancusi con El beso de Auguste Rodin de 1901-04. ¿Qué creen sus alumnos que Brancusi tomó de Rodin? ¿Contra qué creen que se rebeló? Pídales que escriban una conversación entre el maestro Rodin y su discípulo antes de que Brancusi montara su propio taller.
Con frecuencia, Brancusi hacía breves declaraciones o aforismos sobre su obra y sobre el arte en general. Pida a su alumnado que mantenga un debate sobre El beso, tomando como punto de partida la siguiente frase de Brancusi: “La belleza es la armonía de los opuestos”.