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Palms

2007

John Bock creció en una Alemania dividida tras la Segunda Guerra Mundial, por lo que su infancia y adolescencia transcurrieron en el contexto de confrontación ideológica y transformación social de la Guerra Fría. Mientras la situación económica del país comenzaba a estabilizarse tras el conflicto bélico, el centro de Europa se convertía en escenario de nuevos movimientos artísticos que cuestionaban la seriedad del arte moderno y el academicismo. Colectivos como Fluxus o el Accionismo Vienés, y artistas como Joseph Beuys, desafiaban las normas tradicionales del arte llevándolo al terreno de la performance y la acción, con el cuerpo como eje central.

Bock inició su carrera artística al tiempo que Alemania se reconstruía como nación tras la reunificación a finales de los años ochenta. Influido por las prácticas performativas de décadas anteriores, comenzó realizando conferencias disparatadas mientras estudiaba Administración de Empresas en Hamburgo. Poco después se graduó en Bellas Artes, y sus obras adquirieron mayor complejidad al fusionar disciplinas como la escultura, el teatro, la filosofía y la música. Sus propuestas se materializan en acciones teatrales que él mismo protagoniza, desarrolladas en escenarios singulares poblados de objetos de todo tipo —elementos encontrados, alimentos, medicamentos— que adquieren nuevos significados en configuraciones de apariencia caótica. Sus discursos excéntricos, a menudo acompañados de diagramas y dibujos enmarañados, interpelan al público con un lenguaje incomprensible que frustra cualquier intento de diálogo. La incorporación del vídeo amplió su universo creativo, impulsándolo a producir películas que funcionan como telón de fondo de sus exuberantes instalaciones.

Palms (2007) es una pieza fundamental de la producción de Bock. La obra combina una película con un entorno escultural: el filme narra las peripecias de dos asesinos alemanes en busca de su objetivo en un viaje por el sur de California a bordo de un Lincoln descapotable. Su búsqueda los conduce a diversos escenarios ─desde las carreteras de Los Ángeles hasta el desierto─ siguiendo la pista de extraños signos y objetos. La proyección se presenta rodeada por un paisaje escultórico desmesurado, en el que unos tentáculos rojos y serpenteantes parecen brotar del motor de un coche similar al de la película, desbordándose como si arrasaran todo a su paso.

El filme evoca temas habituales del cine estadounidense, como las road movies y el cine negro. Sus lógicas retorcidas y gestos absurdos generan una atmósfera intrigante y divertida, aunque la narración carece de sentido lineal y desenlace. El entorno escultórico que acompaña a la proyección —inspirado en una escena en la que el vehículo se avería y uno de los protagonistas achaca el percance a un “parásito del motor”— intensifica la rareza y extravagancia de la historia.

Lejos de ofrecer un significado cerrado, Palms es deliberadamente ambigua. Entre sus posibles lecturas se encuentran el cuestionamiento de la narrativa tradicional, desafiada aquí por una lógica absurda, y la reflexión sobre el poder del lenguaje audiovisual en la construcción de nuestros referentes. Un tema de plena actualidad en una era marcada por la saturación de imágenes e información, donde nuestra manera de percibir y entender el mundo está profundamente influenciada por los medios y la tecnología.

Título original

Palms

Fecha

2007

Técnica / Materiales

VÍdeo digital en color, con sonido (59 min 14 s), coche y objetos variados. Dimensiones variables