Tras el ascenso al poder del partido nazi en 1933, la Bauhaus se vio forzada a cerrar sus puertas, pues las autoridades consideraban la escuela como un nido de comunistas y liberales, una fuente de lo que denominaron arte degenerado. Tanto Anni como su marido, Josef Albers, profesor de la Bauhaus, fueron invitados aquel mismo año por Philip Johnson, comisario del Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, a ejercer la docencia en el Black Mountain College (Carolina del Norte, EE. UU). Esta pequeña escuela experimental de arte había sido fundada por Andrew Rice y Theodore Dreier, profesores del Rollins College (Florida) que, frustrados con el sistema tradicional de enseñanza, decidieron abrir un centro propio donde ofrecerían una educación artística interdisciplinaria basada en principios de comunidad y colaboración. Las artes plásticas eran la base del plan de estudios. Los estudiantes vivían juntos y participaban en el mantenimiento y desarrollo de las infraestructuras (como los jardines o los huertos). Se priorizaba la práctica sobre la teoría y se estimulaba a los alumnos, tanto como a los profesores, a experimentar con nuevos métodos y técnicas. Otros creadores que también se sintieron atraídos por la libertad que ofrecía el Black Mountain y enseñaron en la institución fueron el coreógrafo Merce Cunningham (que constituyó allí su propia compañía de danza), el músico John Cage y el artista Willem de Kooning.
Recordando su experiencia en el Black Mountain, Albers comentó:
“Resultó ser un lugar muy interesante porque nos dio la libertad de construir por nosotros mismos […]. Yo organicé un taller de textiles y me dediqué a la educación y a desarrollar mis propias técnicas de enseñanza.”