Coleccionismo corporativo
Coleccionismo corporativo

En sus programas de responsabilidad social corporativa, numerosas empresas establecen fundaciones que tienen entre sus iniciativas la promoción artística. A través de becas de investigación, premios o la adquisición de obras de arte, estos organismos van conformando colecciones de arte que se alinean con los valores de su marca y fomentan la creatividad dentro de sus sectores.  

Asimismo, estas compañías aportan valor a la sociedad prestando piezas para exposiciones o realizando depósitos y donaciones de obras a instituciones museísticas. Actualmente, podemos la pieza Blood (1989), de la artista estadounidense Nancy Dwyer (1954), depositada por TUBACEX en el Museo Guggenheim Bilbao en 1999.  

Las colecciones empresariales pueden servir a diferentes propósitos: apoyar a artistas locales o emergentes, promover el bienestar inspirando a las personas que trabajan en la compañía, funcionar como inversión económica e, incluso, como en el caso de algunas grandes corporaciones o marcas, llegar a configurar su propio museo. 

 

La obra Blood, 1989 de la artista estadounidense Nancy Dwyer, Colección Tubacex en el marco de la sala 307.