El proceso tras Arquitectura viva: Gehry
El proceso tras Arquitectura viva: Gehry

En el contexto de su iniciativa Didaktika, el Museo diseña espacios educativos, contenidos digitales y programas especiales que complementan las exposiciones y ofrecen al público herramientas y recursos que pretenden contribuir a la apreciación de las obras mostradas.

Acompañando a la exposición, el espacio educativo Didaktika situado en la sala 204 aborda la complejidad de los procesos que subyacen a la creación de la obra inmersiva del artista Refik Anadol Arquitectura viva: Gehry, realizada expresamente para la sala 208 del Museo como parte del ciclo de exposiciones in situ.

Inspirada en la arquitectura de Frank Gehry, la pieza reinterpreta su visionaria creación a través la inteligencia artificial (IA) generativa. El desarrollo del trabajo se desvela a través de una serie de audiovisuales realizados por el estudio del artista incluidos en el espacio educativo. Un tríptico de monitores verticales combina imágenes y textos con la intención de explicar el proceso creativo de Anadol a partir de una selección de millones de imágenes que alimentan el modelo personalizado de IA utilizado para la obra.

Resultan claves en la práctica de Anadol el empleo de la IA y del aprendizaje automático (machine learning) operados mediante computación sostenible, aplicados al análisis e interpretación de grandes cantidades de imágenes. El artista comenzó reuniendo un enorme número de datos de libre acceso obtenidos de manera ética, imágenes de arquitectura y documentos gráficos vinculados con las obras de Frank Gehry procedentes del estudio del propio arquitecto.  La IA se basa en estos materiales complejos, recopilados con una marcada intención artística para su entrenamiento.

Las imágenes son introducidas posteriormente en un modelo de IA que las analiza y aprende lo que tienen en común. Debido a la ingente cantidad de datos, la IA recurre a diversas técnicas para clasificarlos y organizarlos de manera eficiente. Las imágenes se despliegan en un espacio tridimensional que permite comprender visualmente cómo se relacionan entre ellas. Cada pequeño punto de esta visualización (datapoint) representa un único dato, por ejemplo una imagen. Los datapoints similares se van configurando en conjuntos (datasets), donde forman agrupaciones que reflejan diversos aspectos del lenguaje arquitectónico de Gehry.

Mediante la combinación de estos patrones aprendidos y los ajustes del artista, la IA es capaz de generar de manera autónoma imágenes completamente nuevas “soñando” posibilidades inéditas en un proceso conocido como “alucinación de la máquina”: una “alucinación” sucede cuando la IA, inspirándose en lo que ha aprendido, genera imágenes o patrones que no se corresponden exactamente con nada que haya visto antes. Este fenómeno se presenta en las tres pantallas horizontales situadas en la sala 204, que muestran formas especulativas únicas que fluyen y se mezclan entre sí, evocando el característico estilo arquitectónico de Gehry.

Según Anadol, él emplea los datos como si fueran pigmentos. Este planteamiento le permite reinterpretar el proceso creativo que subyace a las obras basadas en IA e invitar al público a experimentar los datos como un medio expresivo y dinámico, una suerte de pigmento digital que infunde nueva vida a la narración creativa.