En la primera década del siglo XX, el comerciante suizo Hermann Rupf (1880–1962) y su mujer, Margrit Wirz (1887–1961), comenzaron a adquirir obras realizadas por jóvenes artistas suizos y europeos. Hermann Rupf era amigo de juventud del marchante de arte Daniel-Henry Kahnweiler, lo que favoreció su contacto con el mundo artístico y potenció su faceta de coleccionista. El hecho de que los Rupf acogieran a Kahnweiler en su hogar desde el estallido de la Primera Guerra Mundial hasta el final del conflicto atestigua la estrecha relación que les unía.
Pero Rupf fue más allá en su papel de entusiasta coleccionista y creó vínculos muy estrechos con algunos artistas, como Georges Braque, André Derain, Juan Gris, Paul Klee y Pablo Picasso, y músicos, como Robert Casadeus y Hans Kayser, de quienes fue amigo y a los que ayudó como mecenas. En los años treinta, Rupf llegó a asesorar económicamente a Vasily Kandinsky y a su mujer, Nina. Cuando cerró la Bauhaus en Dessau, el matrimonio Kandinsky se trasladó durante un tiempo a Berna y allí entabló una estrecha relación con los Rupf, a quienes habían conocido a través de sus amigos comunes Paul Klee y su mujer Lily. Muchas de estas figuras, que formaron parte de la vida de Margrit y Hermann, aparecen en las imágenes que se proyectan en este espacio.
Hermann Rupf gozaba de cierta posición social y económica gracias a su mercería y pasamanería, un negocio que al estar al tanto de las últimas tendencias de la moda, le permitía viajar a ciudades europeas que se hallaban a la cabeza de la modernidad, como París o Londres. Además, Rupf abrigaba profundas inquietudes sociales, que le impulsaron a crear en 1910, en el seno de la Unión de Trabajadores de Berna, la Comisión de Educación, entidad que organizaba viajes, conferencias y visitas artísticas para los trabajadores, una propuesta innovadora que quedaba al margen de las normas al uso.
Este espíritu abierto, alejado de la tradicional sociedad de Berna, llevó también a Rupf a escribir —entre 1909 y 1931— críticas culturales en el semanario socialdemócrata Berner Tagwacht, que hasta 1914 se centraban sobre todo en la música y la ópera y, a partir de esa fecha, abordaron principalmente temas de arte. El legado, el espíritu y la inquietud social de Hermann y Margrit Rupf han llegado hasta nuestros días, y su Fundación continúa adquiriendo en la actualidad obras que tienden lazos entre el arte moderno y el contemporáneo.
Dormitorio en casa de los Rupf, Brückfeldstrasse 27, en Berna, en torno a 1960.
Fotografía: Leonardo Bezzola.
Dormitorio en casa de los Rupf, Brückfeldstrasse 27, en Berna, en torno a 1960.
Fotografía: Leonardo Bezzola.
Hermann y Margrit Rupf en Tarasp.
Fotografía: N. Rauch.
Archivo Kayser, Archivo Bibliográfico de la Biblioteca Nacional de Suiza.
R. Hossmann-Rupf, Mercería y Pasamanería, Waisenhausplatz de Berna, ca. 1907.
Fotógrafo desconocido, Archivo Fürst/Stähli, Berna.