Tu propia calabaza

Todos los días hasta agostar existencias

Para Yayoi Kusama, la calabaza es símbolo de felicidad, de su fascinación por la naturaleza, incluso de su propia alma. No hay dos calabazas iguales —al igual que no hay dos personas iguales— y hemos de cuidarlas. Por ello, si visitas este verano el Museo Guggenheim Bilbao y tienes menos de 18 años, te obsequiamos con unas semillas de calabaza similares a las que Kusama evoca en su obra. Sigue las instrucciones para que las puedas cultivar en recuerdo de tu visita a la exposición de esta artista y de las emociones que sentiste ante sus creaciones.

Imagen: Yayoi Kusama, de pie, junto a Calabaza (Pumpkin), 1994, Benesse Art Site Naoshima.
©YAYOI KUSAMA