Locos por el clasicismo
La historia y la mitología griega y romana, que durante mucho tiempo ofreció a Occidente una narrativa común y unos dramatis personae arquetípicos, adquirieron de nuevo protagonismo en el período de entreguerras. [ . . . ] La supuesta pureza, sencillez y nobleza del arte y del pensamiento griegos tuvieron una destacada influencia1.
El furor por el clasicismo avanzó por toda Europa y pudo advertirse en los vestidos drapeados que emulaban los de la Antigüedad, realizados por los diseñadores de moda parisinos, o en la coreografía de ballet Apolo (Apollo, 1928) de George Balanchine (1904—1983). Los italianos en concreto abogaron por el regreso a la artesanía, celebraron las leyes arquitectónicas de los antiguos griegos y relacionaron el nuevo arte con los antiguos valores de pureza y solidez. La mitología clásica también resurgió en España de la mano de artistas como Aurelio Arteta (1879—1940), cuyas obras poseen una base mitológica. Entre 1920 y 1923 creó una serie de frescos alegóricos para el Banco de Bilbao, en los que mostró cuerpos masculinos y femeninos perfectos y clasicistas, realizando diversas tareas titánicas que representaban la superación del sufrimiento y las dificultades a través del trabajo duro.
"La vuelta al orden que imperaba en la pintura y la escultura de entreguerras también se presentó en los objetos de la vida cotidiana [ . . . ]. Más que meras copias, los modelos del pasado glorioso eran tratados con efectos modernizantes, poniendo al día de forma eficaz la iconografía clásica y sus correspondientes valores de armonía y proporción para la vida contemporánea"2. Gio (Giovanni) Ponti (1891—1979), pionero italiano del diseño moderno, fue clave para trasladar la estética del clasicismo moderno a las artes decorativas. "[ . . . ] [I]nterpretó los temas romanos con una ‘vena moderna y extravagante', creando parodias deliciosamente conscientes de momentos históricos serios [ . . . ]"3 . En la urna titulada Paseo arqueológico (La passeggiata archaeologica, 1925), Ponti adaptó la forma del lekythos (lek-uh-thos) griego, vasija tradicional para esencias o perfumes con el perfil alongado y el cuello fino. El patrón subyacente de la vasija se parece al enladrillado romano y su color a una mampostería de mármol. Las figuras ataviadas a la moda de la época surgen de entre diferentes reliquias, tales como columnas, relojes de sol, jarrones y candelabros, que combinan motivos clásicos con una actitud moderna.
Notas
1 Kenneth E. Silver, "Un yo más perdurable", en Silver, Caos y clasicismo: arte en Francia, Italia, Alemania y España, 1918—1936, cat. expo., Bilbao, Museo Guggenheim Bilbao; Nueva York, Solomon R. Guggenheim Foundation, 2010, pág. 32.
2 Helen Hsu, "Gio (Giovanni) Ponti: Paseo arqueológico (La passeggiata archaelogica)", en Silver, Caos y clasicismo, op. cit., pág. 82.
3 Silver, "Un yo más perdurable", op. cit., pág. 34.
Preguntas
Muestre a sus alumnos el lekythos Paseo arqueológico (La passeggiata archaeologica), 1925
- Pida a sus alumnos que observen la urna con atención y la describan detalladamente. ¿Les recuerda a algo que ya hayan visto? ¿Para qué creen que puede utilizarse?
- En grupo, la clase debe crear una lista de palabras asociadas al término “clasicismo”. ¿Cuáles se pueden aplicar a este objeto? ¿Cuáles no?
- Aunque la inspiración para este lekythos sea la antigua Grecia, Ponti lo creó en 1925. ¿Qué rasgos parecen modernos?
- Ponti tituló esta obra Paseo arqueológico. ¿En qué les ayuda conocer el título para entender mejor el objeto?
- Comparen la urna de Ponti con una de la antigua Grecia. ¿En qué se parecen? Y, ¿en qué se diferencian?