Paisaje, arquitectura y el paso del tiempo

El blanco y negro tenía más relación con los recuerdos y el pasado. El color se vinculaba demasiado al presente, yo lo asociaba con la televisión en color, algo que no formaba parte de mi pasado. Quería que las imágenes guardaran, digamos, relación con un sentido histórico, tanto personal como social. Y creo que el blanco y negro añade cierto grado de abstracción^¹.

Desde mediados de los años setenta James Casebere (Lansing, Michigan, 1953) ha ido construyendo con cuidado maquetas arquitectónicas y las ha fotografiado creando imágenes que se sitúan entre el realismo y el artefacto evidente. Sus fotografías están desprovistas de colores y detalles con la intención de evocar un lugar emocional, más que para describir las características físicas del espacio. A Casebere le interesan los recuerdos y los sentimientos que los espacios arquitectónicos que representa hacen aflorar. El resultado es una obra dramática, surrealista y notablemente verosímil, que también comprende características de la fotografía, la arquitectura y la escultura.

Sus maquetas de mesa imitan el aspecto de edificios arquitectónicos (casas, colegios, bibliotecas, cárceles) o lugares comunes (túneles, pasillos, arcos), y representan las estructuras que ocupan nuestro mundo cotidiano. Estas maquetas, realizadas con materiales tan neutros como el cartón pluma, el cartón piedra, el yeso y el poliestireno extrudido, no contienen detalles ni figuras humanas. Las maquetas sólo se transforman cuando Casebere ilumina sus anodinas superficies y sus austeros interiores. Al eliminar los detalles y aprovechar los dramáticos efectos de iluminación y la habilidad de la cámara para aplanar el espacio, Casebere puede modificar los espacios domésticos corrientes para encontrar lo extraordinario en lo cotidiano. Demanda de los espectadores que confíen en su memoria para rellenar los huecos y creen un contexto para entender sus imágenes.

Casebere dispone sus fotografías para construir realidades que desdibujan la línea entre ficción y realidad, inspiradas en la cultura visual contemporánea de los Estados Unidos. De esta manera, sus imágenes muestran espacios con una carga psicológica y poseen una cualidad ultramundana. La idea de que estos lugares sean reales parece plausible, pero la ausencia de vida humana nos lleva a cuestionarnos qué es lo que ha pasado allí. El espectador puede imaginarse una historia en los espacios abandonados. Sin gente ni colores, las fotografías tratan nuestras propias relaciones con esos espacios y con lo que pueden representar.

Nota
1 Roberto Juarez, "James Casebere", Bomb 77 (otoño de 2001)

• Antes de mostrarles la obra Garaje, pida a sus alumnos que imaginen el aspecto de una obra de arte que se titule Garaje. Creen una lista de cosas que esperarían encontrar en una fotografía con ese título.
• Muestre a sus alumnos Garaje , 2003
• ¿Qué perciben? ¿En qué se parece o en qué se diferencia esta imagen de lo que habían imaginado?
  Describan el estado de ánimo que trasmite esta fotografía. ¿Cómo lo ha transmitido Casebere?
• Para crear esta obra, Casebere no fotografió el interior de un garaje real. En cambio, construyó una maqueta de mesa, decidió sobre la iluminación y el punto de vista, y después la fotografió. Analicen la imagen detalladamente. ¿Cuáles son las pistas que confirman que ése no es un garaje de verdad sino una maqueta construida al detalle?
• ¿Por qué creen que un artista puede decidirse a trabajar de esa manera? ¿Qué ventajas y desventajas encuentran en ese enfoque?