talleres de verano

Visita en familia

¡Visita el Museo Guggenheim Bilbao en familia! Presentamos una gran variedad de actividades y materiales específicamente diseñados para un público infantil, de modo que podáis explorar el Museo todos juntos. Recordad que no se pueden tocar las obras y es más conveniente llevar a los menores de la mano. ¡Gracias por vuestra colaboración!

El edificio
Interior del edificio, lucernario | Guggenheim Bilbao Museoa

El edificio

1ª planta, Atrio

Desde el Atrio del Museo hay mucho que descubrir. Los materiales que recubren exteriormente las salas nos dan una pista acerca de qué forma tendrá cada espacio por dentro. Intentad encontrar las diferencias entre las salas cubiertas de titanio y las de piedra caliza.

Las obras permanentes y de ubicación específica
Fuente de fuego | Yves Klein | Guggenheim Bilbao Museoa

Las obras permanentes y de ubicación específica

Plaza, terraza

Forman parte de la Colección Propia del Museo Guggenheim Bilbao algunas obras ubicadas de manera permanente tanto en el interior como en el exterior del edificio diseñado por Frank Gehry, entre ellas varias instalaciones de ubicación específica, que han sido pensadas y realizadas por artistas contemporáneos para que se adapten expresamente a estos espacios.

Puppy, un monumental cachorro de West Highland Terrier cubierto de flores, se encarga de darnos la bienvenida al Museo. Pero ¿os habéis parado a pensar cómo se riega esta gigante escultura viva, creada por el artista Jeff Koons? Puppy recibe un riego eficiente y sostenible, mediante un sistema basado en la combinación de diversas tecnologías, que logra que sus miles de flores reciban solo el agua que necesitan, ni más ni menos.

Las exposiciones
La Materia del Tiempo | Richard Serra | Guggenheim Bilbao Museoa

Las exposiciones

1ª planta

Las exposiciones del Museo ofrecen numerosas posibilidades de aprender nuevas formas de crear y entender las obras de arte. Camina por la instalación La materia del tiempo, de Richard Serra, y adéntrate en las esculturas, observando cómo cambian sus formas. Cuando hayas terminado, no te olvides de echar un vistazo desde el balcón que da a esta galería. ¡Seguro que te sorprende!

Richard Serra
La materia del tiempo (The Matter of Time), 1994–2005
Acero patinable
Dimensiones variables
Guggenheim Bilbao Museoa

Servicios y cambiabebés
Cambiabebes

Servicios y cambiabebés

1ª planta y sótano

En todas las plantas del Museo hay aseos. Tanto los aseos para hombres como los de mujeres ubicados en la primera planta y el sótano disponen de cambiadores.

Otros
Mostrador de Información | Recursos | Guggenheim Bilbao Museoa

Otros

1ª planta, guardarropa

En el guardarropa del Museo tenéis a vuestra disposición sillas infantiles y mochilas portabebés para hacer vuestra visita más cómoda.

Bar y Restaurantes Guggenheim Bilbao
Interior del restaurante Nerua | Guggenheim Bilbao Museoa

Bar y Restaurantes Guggenheim Bilbao

En el Bar Guggenheim Bilbao se pueden degustar tentempiés, pintxos, pasteles y bebidas. Este espacio también ofrece plato del día. El Museo cuenta, asimismo, con dos lugares concebidos para brindar experiencias culinarias de gran calidad: Nerua Guggenheim Bilbao, un restaurante de alta cocina, y Bistró Guggenheim Bilbao, una propuesta más informal. Servicio sujeto a modificaciones dada la situación sanitaria actual.

Obras maestras sobre papel de Budapest
Caudieux, 1893

Obras maestras sobre papel de Budapest

Las obras de esta exposición han viajado desde el Museo de Bellas Artes de Budapest para contarnos la historia del arte sobre papel. A través de más de 150 piezas, algunas de las cuales superan los 600 años de antigüedad, descubrirás paisajes mágicos, personajes únicos y coloridas imágenes abstractas.

En la primera sala (205), las obras de los maestros del Renacimiento y Barroco narran historias de héroes y dioses. Fíjate bien en sus fuertes cuerpos y en las escenas llenas de acción. Verás que no todos los dibujos están terminados. Estos bocetos servían a los artistas para practicar antes de pintar sus grandes cuadros.

En la sala 206, el protagonista es el paisaje. Los artistas se interesaban por todo tipo de escenarios, desde edificios famosos hasta misteriosos callejones escondidos. Francesco Guardi y Giovanni Battista Piranesi dibujaron ciudades bulliciosas y ruinas abandonadas. Como si fueran postales, estas imágenes les permitían capturar las mejores vistas que tuvieron la oportunidad de ver durante sus viajes por Europa.

Más adelante, artistas como Picasso y Schiele comenzaron a dibujar rostros que parecen hablar. Las líneas de sus retratos, de trazo a veces más fuerte y otras más tembloroso, nos ayudan a imaginar la personalidad y los sentimientos de los personajes de la sala 207.

En la última sala (209), las artistas húngaras Dóra Maurer y Vera Molnar crean mundos abstractos con líneas y formas que flotan en el espacio. No hay personajes ni paisajes, solo trazos misteriosos que parecen bailar. Mira con atención: ¿qué significados pueden esconder estas imágenes?

En el centro de cada sala encontrarás documentos y fotografías que reflejan las vicisitudes de esta colección que ahora podemos contemplar en el Museo. Visita el espacio Didaktika para aprender cómo los artistas utilizaron las diferentes técnicas en sus obras.

Henri de Toulouse-Lautrec (1864–1901)
Caudieux, 1893
Litografía en color sobre papel, 1295 × 940 mm
Inv. n.º 1913-1444
Adquirido al marchante de arte Edouard Kleinmann en Paris, 1913
© 2025 Museum of Fine Arts, Budapest

Tarsila Do Amaral. Pintando el Brasil moderno
El Coco (A Cuca), 1924

Tarsila Do Amaral. Pintando el Brasil moderno

En las salas 202 y 203 de la segunda planta descubrirás la obra de la artista brasileña Tarsila do Amaral (1886–1973).

Tarsila viajó a Europa visitando Barcelona y París, donde se formó en distintas academias de arte. A su regreso a Brasil, observó con nuevos ojos los motivos de la cultura popular brasileña, cuyo gran colorido empezó a incorporar en sus pinturas, dominadas por formas geométricas y líneas gruesas, como las que aparecen en El Coco (1924). En ocasiones, Tarsila se inspiraba en los sueños, algo que puede apreciarse en la atmósfera surrealista y misteriosa de Distancia (1928).

La artista pintó los paisajes del campo brasileño, pero también reflejó la rápida industrialización que vivieron las ciudades, incluyendo en sus obras estructuras metálicas, vías de tren y ferrocarriles. Su lienzo Obreros (1933), por ejemplo, no solo representa las chimeneas de una fábrica, sino que constituye un retrato colectivo que reúne una gran diversidad de rostros, mostrando la riqueza multicultural de Brasil.

Tarsila do Amaral
El Coco (A Cuca), 1924
Óleo sobre lienzo
60,5 x 72,5 cm
Centre national des arts plastiques, París, en depósito en el Musée de Grenoble, inv. FNAC 9459
© Tarsila do Amaral Licenciamento e Empreendimentos S.A.
Foto: © Ville de Grenoble – Musée de Grenoble / J.L. Lacroix